lunes, 15 de febrero de 2010

PORTAL, Swarth (Profound Lore, 2009)

Creo que no he sido lo suficientement enfatico al manifestar mi desazon con la actual escena death metal. Gran parte de los seguidores de este genero parecen haber migrado hacia pastos mas mierdosos como el de la movida metalcore o el deathcore. Ninguno de los dos subgéneros me cuadra. Y de las bandas que tocan death metal puro, ninguna me ha entusiasmado en los últimos tiempos. Todos parecen estar resignados a re-escribir los mismo temas monótonos que fueron ejecutados mucho mejor por los progenitores del genero. Bueno, me corrijo, ninguna banda me ha entusiasmado excepto Portal de Australia. Su disco Swarth es una verdadera cachetada a todos los imbéciles que creen que el death metal empieza y termina con Deicide. Es una troleada fogosa a todos los que creen que el death metal melódico de In Flames es el sucesor del death metal original.

La proposición de Portal es original aunque sónicamente no rompe ningún esquema. Para empezar los riffs parecen haber sido paridos en el mismísimo averno. Los riffs parecen complicados, de hecho parece que las guitarras estuvieran siendo tocadas de cabeza. El sonido de ellas se retuerce mismo gusano en una sarten y se mueve a una velocidad bastante extraña. Del mismo modo la batería es apaleada de un modo primitivo y con una técnica que es cavernícola y diestra a la misma vez. The Curator, asi se le conoce al vocalista, tiene una voz de ultratumba que va mucho mas alla de lo que puede ser sugerido por el adjetivo ‘gutural’. Y de la pinta de ellos que te podemos decir, mejor, aquí les va una foto…

((Swarth))

DEIPHAGO, Filipino Antichrist (Hell’s Headbangers, 2009)

Uno de los discos que mas me llamo la atencion en el 2009 fue Filipino Antichrist del trio natural de Manila, Deiphago. La fama le precedía. Las criticas estaban divididas. Al parecer nadie tenia dudas sobre su opinion de este disco. O la prensa lo aborrecía con todo su odio y repugnancia, o lo adoraba como si fuera la ultima caca del Papa. Despues de haberlo escuchado unas cuantas veces, lo único que no puedo ocultar es mi fascinación. No lo puedo dejar de escuchar. En mi reseña en Deaf Sparrow lo compare con el efecto que un aparatoso accidente automovilistico tiene en un transeúnte; la escena es trágica y repulsiva pero a uno se le hace difícil quitar los ojos.

Del mismo modo, Filipino Antichrist te obliga a escucharlo una y otra vez, todo esto a pesar de no contener ni un solo riff de guitarra. Osea, guitarras hay. Al parecer a borbotones. Es solo que Filipino Antichrist esta tan crudamente grabado o pobremente producido que cualquier semblanza a un riff ha sido destruida en favor de una patada cacofonica a los huevos. Pero no es solo la guitarra de Sidapa, sino que la batería de Devastator también es una orgia pugilística. Parece que el tio golpea por donde sea y como sea. Rapidez tiene, a veces tanta que no me sorprenderia que estos Filipinos hayan recurrido a la ayuda tecnológica. La voz de Voltaire 666 es típicamente black metal y totalmente animal. El tio se revuelca como una bestia herida o en pleno acto de gestacion. O al menos asi parece mientras emite sus aullidos de metal.

Mencion aparte merece el arte de portada. Al parecer mostrándonos lo que Deiphago considera ser un 'Anticristo Filipino'. A mi mas me parece que eso es un Gremlin constipado.

((Anticristo Filipino))

KROM, Chaotic Evil (Impaired Recordings, 2009)

Se puede construir un argumento valido sobre el hecho que yo no sea el critico mas objetivo de Chaotic Evil, el álbum debut del degenerado cuarteto de Missouri, Krom. Despues de todo, el vocalista James Hiser fue uno de mis mejores amigos durante mi época de universitario. Pero bueno, escuchen el tema que he posteado y díganme - los dos gatos que leen este blog - si es que no le encuentran ciertas cualidades rescatables. De hecho, mas que eso, el disco muestra un amplio rango de influencias que se estrechan desde el crust hasta el death metal y alguito de grindcore.

Tomen el tema posteado por ejemplo, se titula “Inherit the Wsteland” y empieza con algo de ritmo, ‘groove’ le llaman por aca, antes de alterar la velocidad a un apabullante grindcore. Krom no pueden estar quietos, o mejor dicho, no pueden mantener el tempo constante o quizás, tienen pulgas en el culo. Krom no vacilan en servirnos temas repletos de riffs de altísima calidad. La música entonces vuelve con algo de groove, unas guitarras que muy bien matizan los acentos y acompañan la necrótica voz a la Tom G Warrior (Hellhammer, Celtic Frost) de James. Lo mejorcito llega en el minuto con quince; cuando un riff brutal y llamativo nos confirma la fascinación de este cuarteto por saltar de genero a genero, pero sobre todo, de construir temas que a pesar de esto, fluyen como se debe.