Reemplazaria el segundo con el efecto de algún psicotrópico, el cual con suerte, compensaría mi vacio espiritual con alucinadas dementes que me harian creer que un puto bufeo o un caballito de mar es el icono de mi altar. El psicotrópico además, haría de mis dias una de esas pasadas viciosas en las que el tiempo se pierde en la noche y los días y meses parecen fulminantes y efimeros como los segundos de un minuto.
Reemplazaria el primero – el metal – con desmesuradas dosis de Sun Araw. Pondria Heavy Deeds en REPEAT. Para siempre. En un circulo interminable que enaltezca los ciclos y el vaiven de esta musica. Su sicodelia, recargada de sonidos acidos y coloridos, ayudada por poderosos estupefacientes, seria aumentada en mis visiones por esas guitarras discordantes y por esos canticos subliminales, por ese bajo incisivo que hace llaga e incita al mas idiotizante trance.
Sun Araw me recuerdan al buen dub. El problema del buen dub es que no existe suficiente buen dub. Sun Araw tambien me recuerdan al buen afro beat. El problema del buen afro beat es que no se ha escrito ningun buen tema de afro beat en por lo menos diez años. Heavy Deeds por lo menos parcialmente compensa esa falta de abastecimiento. Demasiado carente de ritmos parejos como para ser afro beat y demasiado bizarro y decadente para ser dub, Heavy Deeds encaja en su propio lugar. Junto a mi. En la isla y con el bufeo o el caballito de mar. En REPEAT. Para siempre.
((Jevi Dids))
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