lunes, 31 de agosto de 2009

FLYING SNAKES, Bludgeoning Frequency (Auto Edicion, 2009)

La escena de Tampa vivio su mejor momento ya hace casi 20 años. Como vuela el tiempo carajo. Algunas bandas como Cannibal Corpse, Deicide, Morbid Angel y Obituary aun quedan, aunque algunas de estas parecen funcionar tan solo esporádicamente. En los últimos años solo un manojo de nuevas bandas de la Bahia de Tampa han disfrutado de exposición a nivel nacional e internacional, The Absence firmaron con Metal Blade y han sacado dos discos, Light Yourself On Fire hicieron lo propio con Seventh Rule Recordings de Chicago pero su EP me dejo mas frio que un cubo de hielo y hace poco Nuclear Blast ficho a una banda que tiene un nombre mas largo que el carajo. El nombre es tan largo que ni siquiera lo recuerdo. Tiene que ver con el apocalipsis o algo asi.

La semana pasada mi patita de la tienda de discos me paso este debut auto producido y auto editado de la banda nativa de St. Petersburg, Flying Snakes. Bludgeoning Frequency contiene ocho temas, todos muy brutales y todos muy sucios. Lo que me agrada del estilo de esta banda es que no se asemeja para nada al sonido popularizado por las bandas duras de esta región. Musicalmente, no hay nada de death metal en esta grabación. De hecho esa guitarras cochinas y violentas se asemejan mas en corte al crust de grupo como Stormcrow de California. Lo que si, los temas de Flying Snakes son un poco mas ambiciosos. Los riffs evolucionan constantemente, con leves variaciones de tiempo, hartos cambios estructurales y cero solos de guitarra. Ademas, hay dos vocalistas, uno presta un tonito super bajo y brutal, el otro tiene un registro mucho mas alto. Por momentos, ambos pronuncian sus letras al mismo tiempo. Y digo pronuncian porque eso es lo que hacen. Aca hay cero entonación y muy pocas melodías.

Espero que la gente le preste atención a este joven trio. Un resurgimiento como el que vivio esta región hace ya tantos años es poco probable. Pero si al menos esta corriente inspirara a un par de bandas mas a criar este sonido cochino, yo estaría muy al gusto.

((Frecuencia Brutal))

BLOODY PANDA, Summon (Profound Lore, 2009)

No soy un gran fanatico del movimiento drone. En mi opinión a la nota le falta arte, le falta estructura. El drone generalmente llega a un punto de monotonía tan álgido que casi no califica como música. Se beneficia de que cualquier mierda para por arte en estos días. Sobre todo si lo tienes que explicar porque la gente no lo capta. Esa es la cuestión con el drone; es un sub genero que es fácil de odiar y que depende enteramente de la percepción del que lo escucha. Artistas que producen 'música' drone juegan con nuestra percepcion y esperan que los fanaticos tengamos la capacidad o imaginacion necesaria para escuchar hasta lo que no esta ahí. Se presta demasiado a la interpretación. El drone es un arte experimental, pero diferenciar lo bueno de lo malo es a veces imposible.

Una banda que ha alcanzado un balance perfecto entre el doom y el drone es Bloody Panda. Liderados por la vocalista japonesa Yoshiko Ohara este quinteto basado en New York acaba de sacar su segundo disco completo y se titula Summon. Es magníficamente aterrorizante. Comprende de siete temas que van desde los 2 minutos hasta los 21 minutos y que parecen haber sido construidos a modo de banda sonora. Según la disquera, este álbum es el equivalente sónico a una película de Takashi Miike. Los que conocen el arte de este director japonés, ya se imaginaran de que va Summon. La comparación esta de mas. Hay directores que habrían hecho la comparacion mucho mas comprensible. David Lynch me viene a la mente.

Aquellos que ya conocen a Bloody Panda se deben preparar para este su trabajo mas accesible. Lo extremo sigue ahí, pero esta vez los temas tienen mucho mas forma y se basan mas en el doom que en el drone. Un instrumento que sobresale en particular es la batería de Dan Weiss, quien en diferentes temas, acelera sus golpes de manera casi absurda y ev
oca un muy llamativo contraste con una guitarra gruesísima y cansada. Por momentos Bloody Panda hasta nos ofrece ciertos ritmos, un doom funeral y que utiliza muy bien el órgano sin nunca llegar a la orquestación. La composición es perfecta, pero las voces de Ohara son la fresa encima de la torta. La performance de este artista oriental es simple y llanamente acojonante, desde tenues y aun omnipresentes silabas alargadas hasta gritos electrizantes de espeluznante corte morboso. Para hacerla corta; Summon es un discaso.

((Summoneate))

miércoles, 26 de agosto de 2009

MORBOSIDAD, Cojete a Dios por el Culo (Evil Morgue, 2004)

Lo que mas me llega al pincho de un grupo de black metaleros cerrados de mente es su falta de humor. Cuanto te apuesto que haste el mismisimo Satanas sabe reirse a carcajadas cual chancho en mierda, sobre todo de todos aquellos que no tienen suficientes bolas para reirse de los demas, de lo que les gusta y disgusta y de ellos mismos. Cada vez que he recibido una critica en la cual no habia nada rescatable aparte de reproches porque mis ideas no concuerdan con cualquier cojudes que otro pendejo piensa, han sido criticas de fanaticos del black metal. Es patetico. Expresa tu opinion, y dime porque no estas de acuerdo. Sino, cierra la jeta mamon!

Es decir, yo tambien soy fanatico del black metal. La diferencia ideologica esta en que a mi me valen verga todos los dioses; blancos, rojos o negros, con cachos en la cabeza y con cachos en el culo y que subrayar alguno esquemas esteticos del estilo black metalero, con un poco de humor (bueno o malo) no significa que le estoy mentando la madre al mismisimo Belcebu. En otras palabras, las religiones y los dioses tienen poca importancia para mi. No baso mi vida, en estas cosas.

Si soy fanatico del black metal pero no cargo una cruz invertida incrustada en el pecho, ni me pinto la cara como osito panda, ni me pongo pantalones de cuero cual puta en la esquina. Me interesa la musica, me fascina la estetica, sobre todo porque es tan facil de ridiculizar. El humor esta ahi; la falta de el, depende de tu inteligencia.

Por eso mismo queria incluir este enlace choreado del disco Cojete a Dios por el Culo de los americanos Morbosidad. Y es que apenas escuche la musica me parecio de calidad superior. Claro esta, la grabacion tiene toda la tierra que necesita. Osea es bien lo fi, como se debe, suena barata. Y aunque la mayoria de los temas tienen poca diferencia entre los unos de los otros, esta grabacion tiene mas que resaltar aparte de su titulo y su hilarante arte de portada.

((Cojete a Dios por el Culo))

MUNICIPAL WASTE, Massive Aggressive (Earache, 2009)

Y acaba de salir al mercado el ultimo trabajo de los disque nuevos reyes del crossover Municipal Waste. Al parecer este cuarteto esta destinado a ser el abanderado de este revival del thrash mundial asi que el peso sobre sus hombros es bastante grande. La critica los adora y su fanaticada parece lista para cualquier masacre. Municipal Waste tienen eso a su favor. Encima, la famita de que sus conciertos son un bacanal de extremidades volando y alcohol desparramado no hace mas que elevar aun mas su estatus de futura leyenda.

A mi me encanto el Art of Partying de hace un par de años, asi que como es natural, este Massive Aggressive tiene que ser comparado. Simple y llanamente, este no es un disco superior. No. Por ningun lado. Lo que si es impecable, crossover experto, la mas perfecta expresion del thrash metal ochentero y del hardcore hiper violento. La diferencia esta en que esta vez, los temas no tienen esa inmediatez que te hacia adicto instantaneo del Art of Partying. Pero quizas eso no importe, musicalmente, este disco es una pasada.

Tengamos en cuenta que Municipal Waste son veteranos en una eterna etapa juvenil. Mas popular que todos quizas sea el baterista Dave Witte, quien ha tocado con todos, desde Discordance Axis y Burnt by the Sun hasta los japoneses pasados de vueltas de Melt Banana. El tio es un monstruo, suena mas diestro que un pulpo y tiene una habilidad comparable hasta con la de Neil Peart de Rush. Vale la pena chequearlo.

((Masivamente Agresivo))

domingo, 16 de agosto de 2009

Alguien Mas Recuerda a KRUIZ?

Soy un fanatico del metal desde que tengo memoria. Hay temas, estribillos y melodias, que merodean mi cabeza por decadas. Vienen y se van. Se esconden, se sumergen y de vez en cuando reaparecen. Me pregunto cuantos temas, estribillos y melodias andaran por alli y cuantos mas habre olvidado totalmente? Algunos quedan sepultados por lustros y tan solo son desenterrados por algun hallazgo casual.

Mi idilio con Kruiz no tiene nada de casual. Los he estado buscando por años. El problema es que no recordaba su nombre. O mejor dicho no recordaba el nombre exacto de la banda. Siempre pense que se llamaban Kruyz, con Y. Pero como me entere de la existencia de esta banda Rusa?

Cuando era chico pasaba horas mirando las turbias señales del Canal 27 UHF. Ese era un canalucho experimental sin programacion fija, ni produccion propia mas que la repeticion de videos pirateados de quien sabe donde. Por lo general la señal comenzaba a eso de las 3 de la tarde y terminaba a la medianoche. Ahora que recuerdo bien, el Canal 27 llego a tener un disc jokey ingles llamado Pete The Beat, el cual tenia un programa de rock en una radio local. Que habra sido de el? Sino me equivoco Pete se computaba marciano. Osea que quizas ya ande en Ganimedes.

Al punto; yo como buen fanatico del metal, me tenia que chupar doce videos de Wang Chung, trece repeticiones de Tears for Fears y alguito de una estupida banda llamada Curiosity Kill the Cat solo para llegar a la hora metalica, la cual vale decir a veces no llegaba. No habia hora fija para la hora metalica, solo sabia que apenas tocaban el "You Can't Stop Rock N' Roll" de Twisted Sister la cosa se ponia buena.

Alli aparecio Kruiz y su tema "In Flames", el cual tiene mas ganchos que una pelea de box y es mas pegajoso que la fiebre porcina. Este tema es un clasico de mi niñez y el video aunque simple siempre lo recorde muy claramente; desde los calentadores del vocalista hasta sus lados rapados asolapando una calvicie prematura, los shorts de jean recortados del baterista, las muecas que gesticulan 'esta musica es dificil pero que bien la pasamos', hasta ese solo de guitarra epileptico, y los polos publicitando su propia banda. Este tema es perfecto, este video es perfecto, esta banda es perfecta.

Cuenta la historia que Kruiz tiene una historia algo confusa. Al parecer habrian dos bandas con el mismo nombre las cuales tienen miembros en comun. El primer Kruiz tocaba rock y se formo en 1978 e incluia al guitarrista Valeri Gaina, vocalista Alexander Monin y al bajista Alexander Kitnitski. De acuerdo a reportes, esta formacion se deshizo debido a presion del gobierno comunista.

En 1984, Kruiz se reformo sin Monin como vocalista y con Gaina tomando esa posta. Sin embargo, en 1985 Kruiz se deshizo nuevamente. Gaina entonces reformo Kruiz con otros miembros y con un sonido mucho mas speed metal. Con esta formacion la banda grabo un album auto titulado en ingles, se fue de gira por Europa y se desintegraron en 1990 cuando Gaina se mudo a los Estados Unidos. Pero la cosa no queda alli... En 1991, el vocalista orginal Alexander Monin reformo Kruiz con los miembros originales y con un sonido mucho mas blando. Y para hacer la cosa mas confusa aun, en los 90's Gaina volvio a reformar su version speed de Kruiz. Osea, hasta el dia de hoy hay dos bandas con el mismo nombre... Alguien mas recuerda a Kruiz?


ANGEL WITCH, Auto Titulado (Bronze, 1980)

Hace unos dias postie un discaso de Satan. Ahora que estoy surfeando esta ola de heavy metal clasico britanico, me entraron las ganas de hacer algo al respecto del debut de Angel Witch, aquella banda nativa de Londres, que tragicamente como muchas, nos dio su mejor engendro en su primer esfuerzo, solamente para poco a poco apagarse hasta convertirse en una notita al pie de pagina en el libro del metal mundial. No para el autor Ian Christie, quien considera este debut como unos de los mejores albumes en la historia del heavy metal.

A mi parecer ninguna consideracion esta de mas. El problema de las bandas de esta generacion parece ser una pandemia, los albumes debut de estos demuestran un entusiasmo y un estilo que fue muy bien aprovechado y desarrollado por pocos en albumes seguidos (Iron Maiden, Def Leppard), pero que otros como Angel Witch, Satan, Holocaust y Diamond Head no supieron manejar. Quizas la inmadurez de los miembros haya sido el handicap mas grande.

En el caso del Angel Witch, luego de que este disco auto titulado saliera al mercado, dos de sus integrantes salieron de la banda para unirse a Tytan. Eso fue todo para el Angel Witch que todos conocemos. En el ’82, el guitarrista Kevin Heybourne junto con dos miembros de su banda Deep Machine decidieron relanzar Angel Witch con un nuevo vocalista. Las cosas no funcionaron y luego de que Heybourne asumiera posicion frente al microfono, Angel Witch se desbandaria hasta el '85, cuando una nueva formacion resucitaria a este muerto. Ese mismo año el album Screemin' & Bleedin' (Killerwatt) paso mas desapercibido que el hombre invisible. Hoy en dia Angel Witch continuan activos, mas influyentes, calvos y gordos que nunca.

miércoles, 12 de agosto de 2009

FLOWER TRAVELLIN’ BAND, Satori (Atlantic, 1971)

Ta que ando con los huevos hinchados de buscar y buscar un enlace para algun disco de una bandita Americana que se llamaban The Catheters. Ellos sacaron dos discos a traves de Sub Pop durante esta decada, pero tan fulminantes como llegaron, se fueron y no dejaron muchos rastros. Asi pasa con la musica buena. De todos modos queria postear algo esta noche de insomnio y no pude pensar mas que en las leyendas japonesas de Flower Travellin’ Band. Por que pense en ellos? No se. Debe de ser por que andaba escuchando un disco de Mammatus y los temas largos me hicieron pensar en los jams extensos y los continuos freak outs de esta banda.

Para los que no saben; estos ponjas van de la onda sicodelica y hard rock, con toques progresivos y, por supuesto, cositas extrañas por ahi. En otras palabras, este es material habitual de una banda japonesa que existio antes de tiempo. Satori es el segundo disco de Flower Travellin’ Band y aunque salio a traves de la multinacional Atlantic a principios de los 70’s, no fue lanzado en los Estados Unidos hasta el 2003. Satori tambien tiene el honor de ser el disco favorito de rock japones de David Fricke. Para los que no saben, David Fricke es un critico de rock que se parece a Frankenstein. Detalles fisicos de lado, Fricke sabe un culo de musica buena, y en su columna en la revista Rolling Stone nunca falla en incluir grupos que valen la pena.

((Jalate los Ojitos))

TARKUS - Tomado del libro DEMOLER de Carlos Torres Rotondo (Revuelta Editores, 2009)

Se trata de el libro recientemente publicado por la editorial "Revuelta editores" y escrito por Carlos Torres Rotondo.Un libro escencial e histórico..que refleja el fenomeno Rock, en el Peru entre los años 50`s y 70´s. Excelente trabajo de investigacion y muy bien escrito a mi entender.Esta es la parte dedicada a Tarkus..Le he agregado fotos inéditas,prensa y algunos videos que no aparecen en la edición impresa.

Tarkus

Cierto candente sábado a fines de abril de 1972 estalló el Rock Pesado en el Perú. El estadio de Chiclayo estaba abarrotado con más de dos mil personas que esperaban escuchar un concierto de Telegraph Avenue, el grupo peruano que el año anterior había editado su primer vinilo, un éxito de ventas que superó cualquier récord en el rock nacional hasta ese entonces. Al caer la noche, luego de que tocaran algunos artistas sin mayor brillo, el presentador anunció al público la llegada de la banda estelar. La entrada de los músicos desconcertó a los espectadores quelos conocían de anteriores recitales. Álex Nathanson continuaba en la primera voz pero ya no se encargaba del bajo como solía hacer en Telegraph. Incluso su atuendo era diferente: vestía un poncho rojo y su pelo largo estaba peinado con raya al medio como el resto de sus compañeros, hecho que no se veía ni siquiera en Lima, ya que todos los hippies nacionales llevaban raya al costado. Y del resto de la banda ni hablar. El más fanático podía reconocer a Walo Carrillo, también de Telegraph, sentado tras la batería aporreando los tambores, pero ahí acababan los parecidos. Los otros músicos eran unos completes desconocidos. Se trataba de los argentinos Guillermo Van Lacke en el bajo y Darío Gianella en la guitarra. Cuando empezaron a tocar, Chiclayo dejó la tierra y viajó a Marte. La música era un hardrock oscuro y raro; la expresividad del vocalista y lo poético de las letras eran casi operísticos. Aunque su propuesta era una mezcla de Black Sabbath con Led Zeppelin y toques de Almendra, su sonido incluso prefiguraba el de la British new wave of heavy metal de fines de los setenta. Además, había bastante teatro: el público se quedaba con la boca abierta cuando Nathanson caminando como un jorobado y con un lamparín de kerosene en la mano entonaba con su falsete de hembrita ese cuento digno de Salgari llamado El Pirata; porque los temas eran propios y en castellano, y las letras tan metafóricas y alucinantes que muchos lamentaban no tener un ácido bajo la lengua en aquellos momentos. Y Darío Gianella, con apenas diecisiete años recién cumplidos, se revolcaba en el piso como Angus Young de AC/DC pero sin uniforme; ese fanático de Jimmy Page no lo necesitaba porque ya vivía en su propia alucinada y ésta era visible para el que escuchaba su música venida de otra dimensión. Obviamente no eran Telegraph Avenue, pero usurpaban su nombre.

La verdadera historia de Tarkus tiene su origen en sucesos acaecidos pocos meses atrás. En el verano de 1972 Telegraph Avenue vivía su mayor momento de esplendor. Su primer LP había logrado una diffusion inusitada hasta ese entonces. Tenían programados conciertos todas las semanas en el Galaxy y Walo, cumpliendo su función de manager, contestaba llamadas de todo el país. Pero como dice la canción: todo tiene su final, nada dura para siempre. Cierta mañana estival Walo se dirigió en su Volkswagen al bowling de Miraflores, donde unos patas apodados Los Franceses vendían tronchos armados a diez soles cada uno. Los encontró, pero un minuto después la policía los ampayó a todos negociando una colombiana con una mayor concentración de THC que la piurana común y silvestre.

Los transeúntes lo vieron junto a los pushers mientras la tombería los empujaba violentamente al patrullero. Apenas pudo, Walo llamó por teléfono a Chachi Luján: Telegraph iba a tener ensayo esa misma tarde y los muchachos tenían que buscar la manera de sacarlo del calabozo. Apenas Chachi llegó al cuartel general de la banda —ubicado en jirón Paruro—, en lugar de abogar por su amigo, declaró que con Walo iba a suceder lo mismo que con Jerry Lam Cam —su antiguo bajista—, quien se había ausentado repentinamente causando mucho daño al grupo, que debió cancelar todas sus presentaciones pactadas. Si Walo estaba en cana era porque lo habían agarrado con las manos en la masa, por lo que entonces nada se podría hacer para ayudarlo, lo único que quedaba era buscar a otro baterista. Con la desaprobación de Álex Nathanson, llamaron al Osito Barreda. Sin embargo a Walo no le sucedió lo que a Jerry Lam, ya que salió de la cárcel a los cuatro días gracias a una vara que se consiguió oportunamente. Cuando Walo llegó a la sala de ensayos lo vieron como un fantasma. Su situación en la banda había quedado en un estado completamente incierto. No sé si llegaron a realizar algún concierto de despedida en esta primera etapa. Ya estaban heridos de muerte y el desbande de Telegraph Avenue fue instantáneo. Woody Allen dice que la vida no imita al arte, sino a la mala televisión, y en este caso es cierto. Solo a un pésimo guionista se le ocurriría un lío tan inverosímil como éste, pero el hecho es que en la realidad se dio, y gracias a una sucesión de felices coincidencias nació Tarkus y pudo plasmarse un instante de toda esta locura. Meses atrás Walo había visto en la Plaza San Martín a un desubicado hippie que parecía extranjero. Se le acercó y descubrió que era argentino, que se llamaba Guillermo Van Lacke, y que en su país había tocado en un grupo de rock llamado La banda del Oeste. Van Lacke lo acompañó a los conciertos de Telegraph e incluso entró con ellos a los estudios de MAG. Al conocer desde dentro la movida peruana, Guillermo se entusiasmó y propuso hacer juntos un proyecto. Como tenía que regresar en pocos días a su patria, prometió buscar un guitarrista y regresar inmediatamente.

En Buenos Aires Van Lacke frecuentaba un sótano ubicado en la avenida Hipólito Yrigoyen. Era un recinto insonorizado que los músicos utilizaban como sala de ensayo, bulín y nave para viajes al espacio interior. Había conocido ahí a un chiquillo llamado Darío Gianella. Darío era hijo de un alto mando de la Marina de Guerra argentina, pero su personalidad era la de un místico que expresaba sus iluminaciones por medio de la guitarra. Poco antes se había separado de Final, su grupo de quinceañero, y estaba buscando un nuevo colectivo de músicos con el que plasmar sus ideas. Con su labia arrolladora Van Lacke convenció al joven prodigio para escaparse de casa e ir a Perú, tierra que describió como de groupies bellas y de oportunidades en la aventura rocanrolera. Empacaron algunas mudas de ropa, un poncho rojo que luego le prestarían a Alex Nathanson para los conciertos y varios discos de Black Sabbath, Deep Purple, Led Zeppelin, Pappo’s Blues y Almendra. Justo antes de salir le enviaron una carta a Walo diciéndole que arribarían pronto al Perú. Se demoraron diez días —haciendo un viaje en tren y luego tirando dedo durante distintos tramos— hasta llegar a Lima. En ese lapso compusieron la mayoría de canciones del disco y escribieron abundantes poesías surrealistas.

Luego de ser expulsado de Telegraph Avenue Walo regresó a casa. Su madre le entregó una carta que acababa de llegar ese mismo día. Era de Guillermo Van Lacke, quien le avisaba que estaba a punto de partir a Lima y que lo acompañaba Darío Gianella, un chiquillo de dieciséis años a quien describía, con esa innata capacidad para la hipérbole que poseen los argentinos, como un genio de la guitarra. Llegaron tres días después. Vestían sandalias de cuero, jeans importados y polos psicodélicos pegados al cuerpo. Se peinaban con raya al medio y llevaban chaquiras colgadas al cuello. Estos tipos realmente tienen imagen, pensó Walo. Tuvo que hacer un acuerdo con su padre. Gracias a la apertura mental que le daba su vocación de psiquiatra, don Abel Carrillo permitió la estancia de Van Lacke y Gianella en su departamento ubicado en la avenida Sucre 1125, en el distrito de Pueblo Libre. Es más, les consiguió una cama camarote y una litera. Con el paso del tiempo y con la amistad creciente decorarían el cuarto con cortinas árabes, colchones y velas de colores.

Cuando abrieron sus vetustas maletas, los argentinos sacaron los dos primeros discos de Black Sabbath y de Led Zeppelin. ¿Tenés tocadiscos? –le preguntaron a Walo, que se quedó alucinado al escuchar el material, convencido de que ésa era la música del futuro. Hicieron un primer jam session esa misma noche con guitarras acústicas y un cajón. Tarkus había nacido de la manera más espontánea posible. Pese a la posterior adición de un vocalista, siempre manejaron la parte instrumental como un trío, a la manera de The Who, Cream, Cactus, Led Zeppelin o Black Sabbath. Desde aquel primer ensayo, Carrillo, Van Lacke yGianella supieron que tenían química. Las letras eran de Gianella, pero éste no se divertía cantando y tocando al mismo tiempo. Poco a poco comenzaron a colarse en sus ensayos antiguos músicos de Telegraph Avenue como Álex Nathanson y Chachi Luján. Darío Gianella llamó a Alex Nathanson y le pidió que cantara operísticamente, algo que Álex no había hecho nunca, pero funcionó. Su incorporación fue inmediata. Siguiendo las recomendaciones de Gianella, Álex asumió un estilo vocal más exagerado y teatral que el que había usado anteriormente. El grupo estaba completo. El golpe de suerte definitivo se dio cuando el ingeniero Carlos Manuel Guerrero se enteró de la separación de Telegraph y llamó por teléfono a Walo. El baterista le anunció que tenía un proyecto bastante avanzado con Álex y dos argentinos, y que no era algo puramente musical, sino que incluían una puesta en escena. El empresario se ilusionó con un grupo sudamericano internacional y le dijo a Walo que él era el que más le había hecho ganar plata gracias al primer disco de Telegraph y que los apoyaría en cualquier proyecto que hiciera. Le dio un contrato de palabra, un lugar para ensayar y horas en el estudio sin jamás haber escuchado a la banda. Poco después Guerrero viajó a Estados Unidos. Regresaría sólo un par de meses después,cuando la suerte ya estaba echada.

Durante ese breve periodo los Tarkus vivieron la mágica y arriesgada rutina de la creación artística. Como tenían que componer y grabar casi al mismo tiempo se compraron un inmenso paco de marihuana para tener inspiración de reserva. Guillermo Van Lacke se levantaba de lacama camarote a las seis de la mañana e inmediatamente comenzaba con los ejercicios de digitación, memorizaba las canciones, les hacía arreglos, con las ganas superaba rápidamente sus limitaciones. A las ocho de la mañana Guillermo, Darío y Walo bajaban a tomar desayuno.Luego descendían al garaje del edificio, montaban en el Volkswagen y se dirigían a la Avenida 2 de Mayo, donde MAG tenía su fábrica de discos y su estudio. Entraban por un corredor lleno de cajas y plásticos. Los obreros se los quedaban mirando y ellos no se detenían hasta llegar al depósito del fondo. Ahí enchufaban sus instrumentos y se ponían a componer y ensayar hasta las dos o tres de la tarde. Si tenían suerte, les cedían el estudio, y acompañados por Carlos Guerrero Bueno —de We All Together— en los controles de la cabina, grababan las canciones que habían ensayado en la mañana. Algunas tardes no tenían tanta suerte. El encargado les decía: disculpen, hoy tienen hora Los Morochucos. O: mala suerte, muchachos, le toca a Lucho Macedo.

Entonces se separaban y cada uno se iba por su lado a la deriva, en largos paseos por una ciudad que cambiaba cada vez más rápido. Walo y Van Lacke empezaron a parar juntos, salían en parejas con sus respectivas enamoradas. Nathanson se iba por su lado con la collera del barrio de Mariátegui, legendario grupo de patas en el que por su natural espíritu y espontaneidad sobresalían locos egregios como el Oso Torres, el esquinero Valladares, los hermanos Allison, la mancha de El Álamo, Pacho Mejía (poco antes de salir de Black Sugar) y otros profesionales del ritmo. Darío era muy callado y normalmente se encerraba en la habitación comunal, ponía sus discos, fumaba marihuana, o a veces tomaba ácidos y escribía algunas nuevas letras para canciones. Fue Walo quien le puso el nombre al grupo. Tarkus es un espíritu que se encuentra en lo más profundo de nuestra alma y que nos protege cuando nos hallamos perdidos en algún viaje. Pese al encierro de Darío, que prácticamente solo salía a comprar pan, la relación entre los cuatro iba cada vez mejor. Casi inmediatamente se presentó la oportunidad de debutar. La comisión de la promoción 1972 del colegio Roosevelt organizó una fiesta en el colegio para recaudar fondos. Ignorando la pelea de los Telegraph, llamaron al mánager, es decir a Carrillo, para pactar una presentación. Sin titubear, éste dijo que ahí estarían. Llevó a Tarkus sin decir nada, y frente a un público compuesto en un 80% por gringos, los dejaron con la boca abierta. ¡En el Perú un grupo a lo Black Sabbath que toca temas propios y en castellano! Entonces llegó el concierto en Chiclayo, y luego fueron a Chimbote y a Trujillo, donde se presentaron nuevamente bajo nombre falso, y también dejaron huella. Tuvieron que regresar al instante al estudio. Acabaron los ocho temas que conforman su primer LP y empezaron de frente con más canciones, de las cuales grabaron dos; tenían ensayadas unas cuantas más, pero ese par de registros se perdió para siempre cuando en la disquera optaron por grabar encima de esas cintas.

Las sesiones se realizaron entre el 3 de abril y el 16 de mayo de 1972. Los músicos tuvieron total libertad. Tanto así que el dueño de MAG solo escuchó su trabajo cuando regresó de viaje y ya se estaban prensando las primeras copias. Ocurrió una tarde, mientras Tarkus se encontraba en el estudio grabando las sesiones para el segundo álbum. A la mitad de una canción sintieron cierto desorden en la cabina de sonido. Dejaron de tocar y subieron a ver qué pasaba. Escucharon la voz estruendosa del ingeniero Carlos Manuel Guerrero: ¡qué mierda es esta bulla! El director de MAG tenía el rostro completamente rojo, presa de un colerón apocalíptico. Y cuando entró Walo llegaron los insultos: Oye tú, Carrillo, esto no suena como Telegraph Avenue, ¿no iban a ser un grupo latino?, esto no lo va a escuchar ni san puta. Yo no invierto en ustedes si hacen este tipo de música. Sin embargo, estaban atados por un contrato, por lo que el disco pudo salir a la venta. La portada era completamente negra, como años después lo fueron el Back in Black de AC/DC o el disco homónimo de Metallica. Pese a las contrariedades con el ingeniero Guerrero,los muchachos siguieron en la brega. Podían hacer circular su disco de manera independiente, todo dependía de los conciertos. El boca a boca ya había creado cierta expectativa en la movida rockera limeña, aunque casi nadie los había escuchado. El debut oficial estuvo por eso organizado al milímetro. Sería en el cine El Pacífico, que era la sala más importante de la época.

Un día Walo recogió en la Vía Expresa a un hippie que tiraba dedo. Se pusieron a conversar mientras ponía un cartucho en el equipo de su auto. El desconocido respiraba paz por todos los poros de su cuerpo. Lo invitó a un departamento de San Isidro, donde estaba hospedado con sus amigos. Todos eran norteamericanos y tenían el refrigerador lleno de provisiones. Eran acólitos de la secta conocida como los Niños de Dios, que años después se haría célebre en las paginas policiales por acusaciones de presunta pedofilia. Al día siguiente el baterista les presentó a los demás miembros de Tarkus. Darío empezó a frecuentarlos pero persistió con sunatural timidez frente a los demás músicos de la banda. En setiembre, poco antes de la primera presentación oficial del grupo en el cine El Pacífico, los Tarkus fueron invitados al famoso festival rockero que se celebró en la Plaza de Acho. Antes de que los grupos comenzaran a tocar, Darío se acercó y anunció a los tres músicos que tenía algo muy serio que decirles. Había encontrado a Jesucristo y debía retirarse de la banda y de ese estilo de vida. Se iba con los Niños de Dios. No tocaría en el debut porque iba contra el camino que había elegido en la vida, que era el camino de Nuestro Señor. Ya no creía en esa música inspirada por la droga y no podía ir contra sus principios. La noticia les cayó a todos como un balde de agua fría, pero Darío permaneció inflexible. No había nada qué hacer. Estaban en un callejón sin salida.

Tarkus nunca debutó oficialmente. El LP fue un fracaso de ventas; en realidad comercialmente jamás existió. Y ese disco es quizás uno de los más valiosos testimonios que quedaron de aquel tiempo en los sesenta y setenta cuando la música incendió los barrios de Jesús María, Lince, Pueblo Libre y Magdalena y luego desapareció sin dejar memoria, como sucedió con el único disco de Tarkus, esa anómala opus magna que, como ha mostrado esta historia, es mucho más que un brillante intermedio entre los dos LPs de Telegraph Avenue. Tarkus dejó de existir pero la vida continuó su curso. Bastante asustado por la desaparición de Darío, su padre viajó a Perú a buscarlo. Se encontró con Guillermo Van Lacke, que lo guió hasta el departamento de San Isidro donde vivía el guitarrista en la comunidad de Los Niños de Dios. Como buen milico, lo sacó violentamente, argumentó ante las autoridades de migraciones que su hijo aún era menor de edad (acababa de cumplir diecisiete años), le puso una camisa de fuerza y lo embarcó en un avión de las fuerzas armadas. Al llegar a Buenos Aires el psiquiatra diagnosticó su caso como un delirio místico. Cuando cumplió dieciocho y pudo salir de la clínica, Darío regresó con los Niños de Dios. Se convirtió en uno de sus principales activistas y durante un ritual de la secta fue rebautizado con el nombre de Manases. Se volvió a encontrar con Álex Nathanson en 1975. Juntos realizaron algunas grabaciones con los Niños de Dios, entre ellas un LP. Se sabe que vivió durante años en Seattle y que actualmente se encuentra dedicado a la vida espiritual en Madrid. Su historia lleva inmediatamente a conjurar el espíritu de Syd Barrett o Roky Erickson.

En el 2007 Tarkus se volvió a reunir. Ante la desaparición de Darío Gianella, el puesto de guitarrista fue ocupado por Christian Van Lacke, hijo de Guillermo y guardián del espíritu original de la banda. Aparte de cantar, Alex Nathanson ocupó esta vez el puesto de bajista. En los ensayos para el regreso de Tarkus y con la exhumación de los baúles de los recuerdos salieron a la luz los temas que iban a ser parte del segundo disco, aquel que nunca se terminó por el colerón del ingeniero Guerrero. No tenían las grabaciones de la época, pero sí las canciones, y se pusieron a ensayar. Era una empresa extraña, comparable en el mundo del rock al proceso que sacó a la luz álbumes como A Saucerful of Secrets —donde Pink Floyd continuó sin Syd Barrett pero prolongando su sonido— o el Smile —trabajo con el que décadas después Brian Wilson terminó el LP perdido de los Beach Boys—. Álex retornó a California para seguir haciendo música, pero Walo y Christian decidieron seguir con la empresa hasta hacerla tangible y sonora. Todo este material ha sido incluido en el disco debut de Tlön, grupo que continúa la línea de Tarkus y que actualmente está conformado por Walo Carrillo, Christian Van Lacke y Marcos Coifman.

Discos Inauditos le agradece a Christian Van Lacke y a Carlos Torres Rotondo, autor de Demoler.

lunes, 10 de agosto de 2009

SATAN, Court in the Act (Roadrunner, 1983)


Cuando era niño solia huzmear en la habitacion de mi hermano mayor. No solo buscaba pornografia sino tambien musica. De hecho, mi fanatismo por el metal nacio en esa epoca. Rebuscando entre sus cajones e inspeccionando la que por ese tiempo me parecia la coleccion de musica mas grande del mundo me di cuenta que la vida no tenia que ser tan aburrida.

En su mesa de noche guardaba todos sus cassettes. Calculo que habrian unos 45. De esos, la mitad eran originales y la otra mitad eran copias de segunda generacion. Ahi descubri a Helloween, Deathrow, Piledriver y Grave Digger. Tambien descubri cosas mas blandas como Triumph, Supertramp y Asia. Como buen niño analitico, ya sabia de que iban mis gustos; si las portadas eran bravas, los logos tenian puntas, y la musica era estruendosa, eso era lo mio. Mi lado ya estaba escogido.

Entre los cassettes que mas recuerdo estaba un Maxell de sesenta minutos con una mitad conteniendo el Burnin’ Rock de Trash y la otra el clasico Court in the Act de los ingleses Satan. Fueron estos ultimos los que mas me sorprendieron. Yo no sabia nada del NWOBHM, pero si sabia que con guitarras como esas y con voces tan altas como las de Brian Ross era imposible fallar. Court in the Act es un disco impecable, guitarrero como pocos y desafortunadamente obscurecido por el tiempo tambien como pocos. Como buena banda britanica de metal del principio de los 80's, Satan hacian buen uso de dos guitarristas (Steve Ramsey y Russ Tippins) que eran maestros en los solos melodicos y en los riffs de a duos. La tocada que estos dos se mandan es un pajaso. 

Desafortunadamente Satan no supo aprovechar el momento y despues de que este disco saliera al mercado cambiarian su nombre a Blind Fury. Luego de que esta banda grabara un disco llamado Out of Reach regresarian al nombre Satan, esta vez con un vocalista llamado Michael Jackson. Para entonces, ya a nadie les importaban.