Este libro detalla la odisea que fue el primer tour de los Sex Pistols en los Estados Unidos alla por 1978. Tambien detalla los antojos de un manojo de majaderos que parecen haber sido lanzados a la fama al azar y lecheramente por obra y gracia de uno de los manipuladores mas grandes de la historia, Malcolm McLaren. Para entender la dinamica de esta banda hay que poner a los Sex Pistols en el contexto indicado. A fines de los 70’s durante la explosión del punk, los Sex Pistols eran la banda mas peligrosa del mundo. No solo tenían la famita de ser la reencarnación del diablo multiplicada por cuatro, sino que cada rumor de escandalo era confirmado por el exasperante comportamiento de cada uno de sus integrantes.
Asi que cuando los Sex Pistols vienen a Estados Unidos para promocionar su única grabación Nevermind the Bollocks lo hacen bajo la lupa de las autoridades oficiales de este país. Bajo planes de McLaren, el tour extrañamente visitaba solo el sur Americano. Para aquellos que no saben la diferencia idiosincrática entre el sur y el norte de este país, pongamoslo asi; en el sur esta la gente mas conservadora, la mas cerrada de mente; en el norte, hay mas cultura, mas dinero y prevalece una mentalidad generalmente mas progresiva. El propósito de este planeamiento logistico era el escándalo, según McLaren; mientras mas escándalo mejor. Y no importaba a quien le cueste, ni cuanto le cueste. Total, a el que le importaba. McLaren ni siquiera atendió la mayoría de conciertos y a diferencia de la banda que se transportaba en bus, viajaba comodamente por avión. Para ejercitar algo de control sobre la banda, la disquera designo a un equipo que no solo acompañaria a la banda durante el tour sino que mantendria en línea el excesivo uso de drogas de Sid Vicious, el icónico y dudablemente talentoso bajista de los Pistols.
12 Days On the Road es pues; una recreacion dia por dia del tour, revivido por Noel E Monk, ‘tour manager’ de tamaña travesia y puesto en papel por el periodista Jimmy Guterman. Luego de haber terminado este libro tengo sentimientos encontrados acerca de la banda. Por un lado siento lastima; los Pistols hasta cierto punto parecen victimas, subyugadas a los planeamientos de los demás la banda parece forzada a existir en un mundo que no es nada de ellos. Los Sex Pistols eran claramente un producto que fue abusado hasta el desgaste, tanto asi que durante las ultimas fechas de este tour, la banda estaba prácticamente deshecha. A los Pistols no se le demandaba nada fuera de lo ordinario, pero todo lo que se les demandaba (conciertos, presentaciones en la radio, etc) lo hacían a regañadientes. Por otro lado, es dificil no sentir algo de desprecio. Johnny Rotten siempre fue popular por su carácter especial. Es decir, el tio era una lacra, un despreciable ser humano cuyo único propósito era joder. Sus criticas hacia el pobre Sid Vicious le dan el toque comico al libro. El guitarrista Steve Jones y el batero Paul Cook por otro lado parecen mantenerse al margen del escandalo. Ellos son los males menores. Mantequilla. Mientras Rotten chorreaba bilis por donde pasaba y Vicious desaparecia en busca de heroína, Jones y Cook parecen jugar como niños en una absurda competencia para ver quien es el mas imbécil.
Sin lugar a dudas, el personaje principal es Sid Vicious. Es dificil hablar de su talento, pues nunca nos probo que haya poseído alguno. El suyo parece uno de esos casos de ‘en el lugar correcto, a la hora correcta’. El trágico Sid Vicious es hoy un símbolo, pero en vida, o al menos durante este tour, fue un estropajo manejado por el exceso y el abuso. Mas alla de lo que todos sabemos, lo cierto es que Vicious era un joven enfermo, cuyo cuerpo entraba casi en convulsiones tras la prolongada ausencia de las drogas duras. De acuerdo al libro, sus días transcurrían entre largas sesiones de vomitos y la incesante búsqueda de mas drogas. Tales eran sus excesos, que durante el tour se le asigna una suerte de guardaespaldas cuyo único propósito era evitar que el ingles pase a mejor vida. Aun asi, Vicious se las arregla para escaparse en busca de su próximo vuelo. Los Pistols eran ya estrellas y nunca faltaban aquellos que estuvieran dispuestos a todo. En un memorable pasaje del libro, los autores nos relatan un encuentro entre Vicious y ‘una’ fan de discutible sexo. Los miembros del tour se cagan de risa fuera de la habitacion de hotel mientras Sid, drogado o borracho o los dos, hace lo innombrable en la habitación. A la salida le preguntan, ‘y Sid, como estuvo la chica?’. Su respuesta nos dice mucho sobre su estado mental; ‘la verdad, no sabia si hacerle la sopa o chuparle la pinga’.
Aqui les van unas imagines del ultimo concierto del tour. Grabado el 10 de Enero de 1978.
Asi que cuando los Sex Pistols vienen a Estados Unidos para promocionar su única grabación Nevermind the Bollocks lo hacen bajo la lupa de las autoridades oficiales de este país. Bajo planes de McLaren, el tour extrañamente visitaba solo el sur Americano. Para aquellos que no saben la diferencia idiosincrática entre el sur y el norte de este país, pongamoslo asi; en el sur esta la gente mas conservadora, la mas cerrada de mente; en el norte, hay mas cultura, mas dinero y prevalece una mentalidad generalmente mas progresiva. El propósito de este planeamiento logistico era el escándalo, según McLaren; mientras mas escándalo mejor. Y no importaba a quien le cueste, ni cuanto le cueste. Total, a el que le importaba. McLaren ni siquiera atendió la mayoría de conciertos y a diferencia de la banda que se transportaba en bus, viajaba comodamente por avión. Para ejercitar algo de control sobre la banda, la disquera designo a un equipo que no solo acompañaria a la banda durante el tour sino que mantendria en línea el excesivo uso de drogas de Sid Vicious, el icónico y dudablemente talentoso bajista de los Pistols.
12 Days On the Road es pues; una recreacion dia por dia del tour, revivido por Noel E Monk, ‘tour manager’ de tamaña travesia y puesto en papel por el periodista Jimmy Guterman. Luego de haber terminado este libro tengo sentimientos encontrados acerca de la banda. Por un lado siento lastima; los Pistols hasta cierto punto parecen victimas, subyugadas a los planeamientos de los demás la banda parece forzada a existir en un mundo que no es nada de ellos. Los Sex Pistols eran claramente un producto que fue abusado hasta el desgaste, tanto asi que durante las ultimas fechas de este tour, la banda estaba prácticamente deshecha. A los Pistols no se le demandaba nada fuera de lo ordinario, pero todo lo que se les demandaba (conciertos, presentaciones en la radio, etc) lo hacían a regañadientes. Por otro lado, es dificil no sentir algo de desprecio. Johnny Rotten siempre fue popular por su carácter especial. Es decir, el tio era una lacra, un despreciable ser humano cuyo único propósito era joder. Sus criticas hacia el pobre Sid Vicious le dan el toque comico al libro. El guitarrista Steve Jones y el batero Paul Cook por otro lado parecen mantenerse al margen del escandalo. Ellos son los males menores. Mantequilla. Mientras Rotten chorreaba bilis por donde pasaba y Vicious desaparecia en busca de heroína, Jones y Cook parecen jugar como niños en una absurda competencia para ver quien es el mas imbécil.
Sin lugar a dudas, el personaje principal es Sid Vicious. Es dificil hablar de su talento, pues nunca nos probo que haya poseído alguno. El suyo parece uno de esos casos de ‘en el lugar correcto, a la hora correcta’. El trágico Sid Vicious es hoy un símbolo, pero en vida, o al menos durante este tour, fue un estropajo manejado por el exceso y el abuso. Mas alla de lo que todos sabemos, lo cierto es que Vicious era un joven enfermo, cuyo cuerpo entraba casi en convulsiones tras la prolongada ausencia de las drogas duras. De acuerdo al libro, sus días transcurrían entre largas sesiones de vomitos y la incesante búsqueda de mas drogas. Tales eran sus excesos, que durante el tour se le asigna una suerte de guardaespaldas cuyo único propósito era evitar que el ingles pase a mejor vida. Aun asi, Vicious se las arregla para escaparse en busca de su próximo vuelo. Los Pistols eran ya estrellas y nunca faltaban aquellos que estuvieran dispuestos a todo. En un memorable pasaje del libro, los autores nos relatan un encuentro entre Vicious y ‘una’ fan de discutible sexo. Los miembros del tour se cagan de risa fuera de la habitacion de hotel mientras Sid, drogado o borracho o los dos, hace lo innombrable en la habitación. A la salida le preguntan, ‘y Sid, como estuvo la chica?’. Su respuesta nos dice mucho sobre su estado mental; ‘la verdad, no sabia si hacerle la sopa o chuparle la pinga’.
Aqui les van unas imagines del ultimo concierto del tour. Grabado el 10 de Enero de 1978.
1 comentario:
brillante reseña....
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