Blacklands, el casi brillante disco del 2012 de este trio californiano instigo en mi curiosidad por su primer lanzamiento, In Witch Order. Al ubicarlo en internet y observar su pastorina portada recordé haber recibido un paquete digital de Van Records hace aproximadamente un año. También recordé no haberlo descargado al asumir que seria un completa putada, idea totalmente basada en las ovejitas que aparecen en la portada.
Un rápido escaneo de reseñas en el espacio revelaron dos cosas; un amor y respeto unánime de aquellos que lo han escuchado y segundo, una ignorancia completa sobre esta banda. En otras palabras, la cobertura que Castle ha recibido hasta hoy sobrepasa la mediocridad y la mezquindad. Pocos son los medios que se han ocupado de difundir las dos excelentes grabaciones de esta banda de San Francisco. A aquellos que lo han hecho, mis respetos. A aquellos que, como yo, los han descartado basados en una idea recojuda; vayanse a mamar testis!
Otros factores que deben de haber contribuido a la oscuridad de Castle? El poco empuje de la disquera alemana Van Records. No es por falta de ganas, me imagino que es por falta de dinero. Y dos, la sobrepoblacion de bandas de metal en el planeta tierra del 2012. Para ser claros, la era digital a acercado a los artistas y a su mercado, pero también ha permitido que cualquier mediocre con algunas facultades marketeras saque la cabeza al mismo nivel que la de un desconocido artista que se merece la atención.
Pero dejemos que el tiempo haga su trabajo, que el karma haga justicia y que el transcurso ponga las manos en la masa. Creo yo que al final del día, la música hablara por si sola y la longevidad del arte sera decidida por sus valores reales. Así que he aquí el excelente In Witch Order, un álbum en mi opinión, mas completo que el también excelente Blacklands. Catalogado como stoner doom, pero según la banda, creado bajo la idea del heavy metal tradicional, In Witch Order es heavy metal desnudo, con una producción super básica, pero con una instrumentalidad y una creatividad vocal acojonantes. Si el heavy metal de los ochentas hubiera sido así de pesado, el doom seria hoy tan popular como el hip hop.
Aquí la vocalista y bajista Elizabeth Blackwell merece un apachurre, su trabajo encanta; cuerdas de bajo masivas y voces que saben que su lugar no esta solo en la cocina y en el camastro, sino tambien en la cabina del piloto, comandado a una banda de heavy metal por terrenos ya explorados pero poca veces explotados, Las guitarras de su mariachi Mat Davis son gruesas, rechonchas, pero también ágiles y expresivas. El tío toca notas pesadas, pero también construye escalas que revienten los barómetros. Escuchen el tema "Slaves of the Pharaoh" y díganme que eso no es heavy metal clásico al mas puro estilo Mercyful Fate. Eso si, la producción es gorda y solo por eso dicen que es doom.
Bajense At Witch Order tan pronto como puedan, algo me dice que este enlace no durara mas de 24 horas.