Nunca fui un gran fan del trabajo mas experimental de estos músicos noruegos. Siempre me pareció principalmente indulgente y segundamente ostentoso, como ultimo objetivo parecía tener en mente al que lo escucha. Tomen a Ulver por ejemplo, reverenciados en todos los recovecos desde que se despegaron del molde negro, a mi me dejaron de interesar hace tiempo. Con eso no quiero decir que el artista deba de anteponer el interés facilista de gustarle a las masas a la hora de la creación. Por el contrario, los músicos deben de tener sus intereses artísticos ante todo y las ganas mercantilistas al final para ser libres. En el caso de Ulver esto conlleva a la creación de lo que uno de buena gana podría tachar de ‘impenetrable’, pero que sinceramente seria mejor descrito como ‘indigerible'. Yo les perdí la vista después Nattens Madrigal – aate hymne til ulven i manden, álbum que causo carcajadas entre mis amigos de la época y que devore a bocados para no empacharme y con audífonos para no provocar mas risotadas.
Adelantandonos ocho años al Blood Inside, editado en el 2005 y del cual recibí una copia promocional que una tarde de semana procedí a disectar con oídos de juez. No pude llegar ni al cuarto tema. Y eso que le di varias oportunidades. Había leído cierto balbuceo escrito por algún agente promocional sobre como estos noruegos habían redefinido lo que significaba ser un músico avant-garde y sobre todo ponía en un nuevo plano el talento y potencial de toda aquella horda black metalera de la época para con las masas. A mi eso me valió un pincho a decir verdad y hasta el día de hoy no he podido tragármelo entero. Si el tiempo lo dira, no lo se, pero como lo recuerdo hoy en día Blood Inside es una serie de campanitas y una voz de un cantante que debería de consumir mas azúcar para ver si una tarde le liga una melodía. Mi punto es, Ulver hicieron lo que debieron hacer, lo que les vino en gana y eso por si solo tiene merito, pero a mi como fan de la música no me hubiera importado si Rygg y quien sea que lo acompañaba en esa época hubieran inyectado un poquito de furia chacarrera o al menos media cucharita de sonidos mas mundanos a su arte. Mucho arte = poco entretenimiento hacen que Ignacio se convierta en un Dull Boy.
Virus por su lado son mucho mas fáciles de digerir y el estúpido termino avant-garde les queda grande solo porque su musica es infinitamente rockera, pero como pieza finalizada se lleva de encuentro a todo lo manufacturado con el propósito de ser encasillado precisamente como avant-garde. Si algo podemos separar y tildar de uber artístico es la voz de Czral, o Carl Michael Eide (alias Agressor de Aura Noir), quien aquí a veces canta rock, a veces se la da de cantante de opera y a veces simplemente habla en voz alta, como quien canta pero no tanto. Para mi su timbre de hombre común y corriente es lo mas difícil de pasar, aunque a veces me recuerda a un Mike Patton mas insípido.
Pensándolo bien si consideramos que esto podría ser tildado de rock progresivo por el simple hecho de ser tan variopinto es aquí representado por un cantante sin muchas cualidades vocales únicas lo cual le da una relevancia algo peculiar. Digamos pues que Virus hacen rock progresivo para aquellos mortales que no entienden las hazañas de virtuosismo musical y que por ende ha de tener mas llegada con el populorum. A mi por ejemplo, esto me suena genial y Dream Theater me parece la música mas estéril del planeta. Bien ejecutada SI, bien aburrida TAMBIEN.
Mas interesante es la música que nunca se aproxima al brutalismo y no sabe de distorsion pero que es exquisita en matices y texturas. Hasta el día de hoy creo que The Agent That Shapes the Desert es el disco mas blando incluido en este blog pero es un honor bien ganado porque la música es interesantísima. Durante la grabación de este disco se utilizó a cuatro músicos de sesión (Rygg de Ulver es uno de ellos), muchos de los cuales asumo le dan esa riqueza sonora a temas como “Red Desert Sand” que son en materias de cuerdas entre sutilmente melodiosos y melódicamente sutiles así como harmónicamente discordantes y discordantes en su harmonismo. El poco de detalles es suficiente para repasar estos temas una y otra vez y descubrir nuevas tonalidades con cada repaso. Además nada es parejo, los arreglos de guitarra no andan sin rumbo pero exhiben cierta exuberancia que ya quisiera yo que Virus fueran un poco mas locos. Aunque mejor no, este disco expone la medida exacta de música corriente y afán artístico, un exacto balance para gente que como yo no le gusta la música que empalaga.
4 comentarios:
A mí de Ulver casi me gusta más la época de Perdition City-Svidd Neger que la trilogía 95-97. Con lo que sacaron después me pasa lo mismo que con Ved Buens Ende/Virus: no lo pillo. Es como comerte fruta y verdura comprada en el supermercado. La masticas pero no hay nada sabroso en ella.
Gerhard
Virus es del grupo de bandas que siempre he querido escucharlos y aun no los escucho, a mi si me gusta mucho el avant-garde, en cuanto a ulver me gusta muchísimo pero no significa que no sean aburridos, el blood inside para mi no es malo, ni es bueno pasa como si nada, como dice gerhard la trilogia del 95-97 son excelentes para mi, igual perdition city y themes from william blake's, el shadows of the sun tiene bonitas canciones pero otras simplemente son somniferas en cuanto a ved buens ende... a mi me gustaron.
De Ulver te puedo decir que me gusta su epoca Black Metal y he escuchado su onda avantgarde y no es mala pero tampoco es totalmente buena me gustan varias canciones pero no logra que me guste o pueda escuchar todo un disco completo a excepcion del disco de covers "Childhoods End" que es bueno de principio a fin, deberias hacer un post de Ulver. Sobre Virus escuche el disco y no me llama la atencion este tipo de bandas como esta o Solefald y cia.
Saludos
Una vez mas muestra que los lectores de este blog saben mucho mas de esto que yo...por lo general yo escucho un disco malo de una banda que me gusta, por lo general del cuarto para arriba, y los descarto indefinidamente...
IB
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