jueves, 3 de diciembre de 2009

Entre BURZUM e IMPERATOR - Con el Conde en Florencia

Hace un par de meses me encontre con una copia original en vinilo - editada por Deathlike Silence - del debut auto titulado de Burzum. Casi me cago en los pantalones. Despues de recorrer cielo y tierras Florencianas, de haberle preguntado a todo aquel enchaquetado de negro e interrogado a todas las tipas con pinta de putas roqueras y de haber perdido todas las esperanzas de encontrar una buena tienda de musica, fue de pura casualidad que me tope con un hueco llamado Data Records. (Esta tienda también es conocida como Super Records.)

El primer ambiente tenia las vainas tipicas; rumas de compactos, con un enfasis en el rock independiente. Tenian hasta una pequeña seccion dedicada al stoner rock. En el centro de la tienda habia una mesa con compactos a precio de ganga que se vendian por tan solo un Euro. El tio que alli trabajaba me debe de haber visto la cara de morbo o los ojos de buho porque apenas entre me pregunto si queria ver la coleccion de vinilos. Entonces me llevo a un segundo ambiente, mas grande que el primero y repleto de vinilos hasta el techo. No exagero cuando digo que la coleccion de jazz debe de haber estado en al menos 30,000. Se extendia desde la entrada, por toda la pared flanqueada a la izquierda y ocupaba hasta un tercer ambiente, el cual rellenaba de cabo a rabo. El tio me pregunto si me interesaba algun estilo en particular y le dije que el ‘metal’. Me señalo una esquina donde habia una mesa con ocho cajas de madera. Calculo que cada caja debe de haber contenido al menos 100 discos. Osea, estimemos que habrian alli unos 800 discos de vinilo. Todos antiguos, todos en condicion prístina y casi virginal. Otros generos duros como el hardcore y el punk estaban ordenados en sus propias cajas. En ese momento le dije a mi enamorada que se de una vuelta. Que nos veiamos mas tarde. Que me espere afuera del museo, pero sentada. Que se tome un cafecito y que se reze diez padres nuestros y cincuenta ave marias. Que mire la tele y me avise solo si el Milan gano el partido. 

Mis dedos recorrian el plastico que forraba los discos con una exaltacion juvenil. En esos momentos yo no era nada mas que un niño con su primer juguete, un musulman suicida en frente de sus virgenes de premio, un perro con rabia que no pudia contener la baba. Estas cajas no contenian discos de Iron Maiden o Metallica. No señor, aqui yacia la historia del metal subterraneo e independiente. Debo de haber encontrado alli la discografia completa de Wild Rags y Osmose Productions. La coleccion no tardo en sorprenderme. Solo iba yo en la segunda letra del abecedario cuando me tope con el debut de Burzum. No lo podia creer. Mi exaltación fue exagerada con unas lagrimas de impotencia cuando vi el precio de 140 Euros. Demasiado dinero para un viajador quebrado. Fuera de mi alcance. Junto a el estaba una copia de Filosofem. El precio era el mismo. Decidi seguir y no enfocarme en mis frustraciones. Aguante las ganas de llorar.

((Acuchilla a Tus Amigos))

Podria haber admirado cada portada por al menos diez minutos. Ningun genero musical es tan colorido como el metal. Y las portadas decoradas con demonios y destruccion en el tamaño del vinilo cobran vida como en ningún otro formato. Muchos discos me llamaron la atención. Pero al final, forzado por un presupuesto limitado y embargado por la nostalgia opte por comprar una copia del debut de Imperator, The Time Before Time. Pague 40 Euros. Mas de 70 dolares. Nunca he gastado tanta plata por un disco. Y quizas nunca vuelva a pagar ese monto.

Escogi este disco por que cuando era chibolo mi vecino se computaba metalero. El era de esos fanáticos pasajeros. Esos que hoy consideran el metal nada mas que una moda pasajera de la cual uno se gradua tan pronto se conoce el placer de una chepa caliente. Yo no soportaba a este tipo, pero cuando era chibolo, el era el único del barrio que era fanatico de Sarcofago. Chilcano, asi lo llamaremos, tenia una copia de decima generación del segundo demo de Imperator, Deathlive. Si el sonido del demo original era patético, uno se puede imaginar la alta fidelidad de este cassette. Según Chilcano, Imperator era lo máximo. Este demo era su grabacion favorita. Con portada de diseño cacero, pintarrajeada con plumon negro. Al ver el disco de The Time Before Time pense en mi pequeña venganza, una reivindicacion con mi propio espiritu por las cosas que me fascinan de chiquito. Una confirmacion de mi amor por la musica. Yo si soy de los verdaderos. Yo nunca me graduare del metal. Mientras Chilcano goza con Dadi Llanqui, yo aun muevo la cabeza como zombie escuchando el thrash de Imperator.

((Por el Culo Chilcano, Por el Culo))

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te acuerdas, como se llamaba la tienda y donde estaba por favor?
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