Tortuga invariablemente continua en la tradición de Tlön, la banda argentino-peruana que editara tres excelentes discos entre el 2009 y el 2011. Esto es lógico si se tiene en cuenta que el rol protagonico en ambas es del guitarrista y vocalista Christian Van Lacke, argentino radicado en Perú, pero cuyas raíces musicales están tan bien afianzadas en su cuna que ni siquiera con este cuarto disco de heavy psyche se puede sacudir esas influencias.
Esto es obvio; por un lado prevalecen las cadencias setenteras que mas que en Sabbath son basadas en aquella época dorada del blues pesado argentino y por otro tenemos un tema entero que suena tan de la época que parece desenpolvado. Se llama “Arbol, Cielo, Vida”, y en el Van Lacke, acompañado de las edulcoradas voces de Julieta Rimoldi y Tania Duarte, se acerca sin temor a ese surrealismo sonoro y lírico que Spinetta pudo crear en su juventud.
Vocalmente, Van Lacke a veces suena como una bruja encantadora, otras como una doncella romántica tratando de encamarte y otras, como una sirena en busca de su tritón, emitiendo un falsete bajo el agua y dividiendo a la audiencia en dos; aquellos que admiran su peculiar manera de cantar y aquellos que se espantan al considerar su timbre intragable. El tema en cuestión es soñador y gentil, una acústica romanza al natural que rebela una achorada disposición hacia un estilo que los chicos ‘heavies’ podrían considerar cursi.
Pero Tortuga es ante todo una banda de rock pesado y Van Lacke no podría haber buscado mejor compañía. En la bateria esta Julio Almeida, cuya trayectoria con Mazo y Reino Ermitaño lo sobrecalifica para el proyecto. “Ñaca”, como es conocido en el ámbito, da golpes sueltos y duros pero económicos. Su estilo es servicial mas no ornamental. No se puede decir lo mismo del bajista español Jesus Morate, cuyas notas y detalle merecen ser admirados aparte. Su énfasis en la profundidad de sus matices y en ‘grooves Butlerianos’ te hacen olvidar el concepto de la segunda guitarra.
Si Tortuga recuerda mucho a Tlön no es solo por la característica voz de Van Lacke, sino también porque musicalmente las influencias, la ejecución y, hasta cierto punto, la producción parecen ser las mismas. La mayor diferencia entre ambos proyectos esta en la duración. Tlön era una banda de temas por lo general compactos, mientras que casi cada tema de este debut o parece terminar en una sesión improvisada o se explaya en riffs que naufragan en su repetición. Lo que esto implica es que arreglos enganchosos como el de “Flores Liquidas” se derritan hasta el punto de dejarnos con un compendio de punteos de guitarra. Ese tema comienza denso y pesado pero se diluye en un vago ejercicio de indulgente sicodelia bluesera.
Otros temas son salvados por esta mal llamada ‘indulgencia’. “Las Estrellas y los Planetas” es el segundo tema y sus arreglos controlados le restan importancia hasta que llega la hora del solo. Aquí Van Lacke demuestra una vez mas ser un maestro del instrumento y habitar un espacio único entre el blues espeso y la abstracción total.
Tortuga funciona mejor cuando guardan compostura. Quizás eso vaya contra la naturaleza de un trio de este estilo, pero cortes como “Giran La Cabeza”, donde un acercamiento al kraut rock parece rebelarse en las repeticiones de Morate y la guitarra de Van Lacke desaparece una y otra vez entre parlantes, funcionan de maravilla.
Considerando el linaje, Tortuga no es exactamente un grupo revelación. Estos lo saben y demuestran una seguridad en si mismos que parece causar ciertos excesos y redundancias, pero que en sus mejores momentos es tan exhilarante como cualquier clásico británico o gringo. O claro, argentino...
3 comentarios:
genial review, el 26 hay un concierto presentación del disco de hecho que no me lo pierdo y también pronto estará en mis manos.
Lo sobrecalifica!!! jajajaa mori con eso. No me gusta mucho esta banda pero suena bien.
Excelente review para una gran banda. sino la mejor en lo que a materias sicodelicas se refiere. Tienen un sonido muy especial.
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