Ahora que el thrash metal esta en boga y esta experimentando un segundo apogeo parece que todos esos cuarentones del genero que se retiraron en los 90's han regresado al ruedo, quizas, como queriendo reclamar un pedazo de esa juventud que prometio exito pero que no dejo mas que un higado fundido y algunas buenas memorias.
Como todo movimiento musical, el thrash metal tuvo sus reyes magos, pero debajo de ellos, existian al menos un par de docenas de bandas, todas talentosas, aspirantes y prometedoras de un gran album. De esas, solo algunas tuvieron la madurez y la oportunidad de grabar ese mini clasico.
En el caso de Forbidden, ese mini clasico se llamo Twisted Into Form (Combat, 1990) y aunque su impacto e influencia en el thrash mundial fue minimo, este contenia temas lo suficientemente fuertes como para competir a la par con cualquier clasico de la epoca. Mas importante quizas fueron los aportes que Forbidden dio al metal mundial en materia de integrantes. No olvidemos que el baterista Paul Bostaph luego de salir de Forbidden en el '92 paso a los rangos de Slayer. Ademas el guitarrista Glen Alvelais hizo de las suyas en Testament y Tim Calvert fue a parar a Nevermore entre el '97 y el 2000. Osea que pedigree existe. Pero la cosa no termina ahi.
Lo que mas me sorprendio de la primera vez que escuche a Forbidden no fueron los dobles bombos de Bostaph ni las cuerdas de los hachas sino las voces del regordete Russ Anderson. He aqui el extraño caso del vocalista de thrash que si podia cantar y que ademas, podia sostener un falseto digno de los dioses.
Han pasado trece años desde el ultimo disco de Forbidden (Green, G.U.N. 1997), pero da gusto escuchar a un vocalista que durante todo este tiempo no solo ha mantenido su poder, sino que ademas a extendido sus habilidades a un nivel insospechable. En Omega Wave podemos encontrar la tipica amargura de Anderson, ademas de un par de facetas mas. En ciertos temas encontramos a un vocalista que se ha brutalizado pero que no ha perdido nada de su caracter. Lo que pasa aqui es algo asi como lo que descubrimos la primera vez que escuchamos las voces de Chuck Billy en Low.
Musicalmente Omega Wave es una joyita. Se me hace dificil describir el thrash metal sin sonar aburrido, asi que solo dire que los guitarristas Craig Locicero y Steve Smyth (quien a tocado con Nevermore, testament y Vicious Rumours) hacen un trabajo espectacular. Riffs fulminantes y expresivos, solos articulados, furiosos y a la vez melodicos.
Si hay algun problema con Omega Wave es su duracion. Estos doce temas sobrepasan la hora, lo cual en mi opinion es demasiado. Ah, y claro, la portada. Es mi candidata a la peor portada del año.
3 comentarios:
La verdad que la portada no es ninguna maravilla!!! Habra que darle una escucha.
Esta en algo el disco pero me quedo con el ultimo de Heathen que disco!!!!!!!!!!
No he mas que escuchado maravillas acerca del disco de Heathen. Abra que escucharlo!
Publicar un comentario