He estado siguiendo el trabajo de esta banda de Carolina del Norte desde que mi amigo moscovita Igor de la disquera R.A.I.G. me enviara su grabacion del 2006 titulada Salt the Wound. Su peculiar estilo de stoner sicodelia me impresiono tanto que contacte a la banda y un par de meses mas tarde los entreviste. (Leer la entrevista aqui)
La experiencia me dejo con un mal sabor de boca porque al parecer, el vocalista Nate Hall se tomo cada pregunta a modo de cuestionamiento policiaco y cada criticismo incluido en mi reseña fue tomado tan a pecho que uno hubiera creido que yo le habia mentado a la madre.
Las cosas no mejoraron como consecuencia de mi reseña de su disco Eat the Low Dogs (Neurot, 2008). Como siempre lo hago, envie un enlace a la banda y fui inmediatamente vapuleado por Hall quien tildo mi trabajo de flojo e insultante y sugirio que cierre la jeta pues el era el unico experto en todas las materias concernientes a U.S. Christmas.
Acabo de encontrar los mensajes intercambiados con el musico americano. A ver si uno de estos dias me animo a traducirlos y a incluirlos en estas paginas virtuales. Hasta entonces, entretengamonos con este ultimo trabajo de U.S. Christmas. Voy a arriesgar el pescuezo y a apostar a que Hall nunca visitara estas paginas y dire que algunos de estos temas, sobre todo los mas movidos, aun me recuerdan mucho al trabajo de Hawkwind y Monster Magnet (su epoca mas rayada). Por ese lado, muy poco a cambiado.
Sin embargo, en este disco U.S. Christmas presiona el freno mas frecuentemente y comienza a revelar un lado mucho mas tranquilo, introspectivo y pasivo. Mas de la mitad de los temas varian desde los insufriblemente lentos hasta los medio tiempos mas inquietantes. A veces, las canciones parecen meditaciones internas o contemplaciones naturales. La musica es inteligentemente recargada de violines elegantes y de la tipica sicodelia y basura espacial a las que nos tenian ya acostumbrados. Altamente recomendado.
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