martes, 26 de febrero de 2013

GREED & RAPACITY, Loki Bound (Milam, 2012)

Ignoremos el terrible arte de portada, el logo de la banda y el titulo del disco que parecen ser robados de uno de esos websites especializados en fonts. Olviden eso y tomen esa ligereza como una señal de que esta banda australiana, tras maratonescas jornadas creativas, quedo exhausta luego de culminar con la composición de Loki Bound, sin siquiera una onza de fuerza como para pensar en materias foráneas a la música. 

Ahora imaginemos el metal mas purulento que esta saliendo de las tierras de Crocodilo Dundee en estos tiempos; cochino y opresivo, purulento, quejumbroso y complicado, es insultante death metal que convulsiona y escupe gargajos de sangre y flema; voces que vomitan bilis, riffs que se retuercen como metal hirviente y baterías que son apaleadas con locura. Todo eso que conocemos como la escena actual australiana esta en el polo opuesto de lo que Greed & Rapacity practican. Aquí, en Loki Bound, las cosas son mucho mas simples; aunque el fétido aire de morbo y la inminente idea de que la vida es una putada que pende de un hilo es la misma. 

Loki Bound es una pieza contigua de treinta y dos minutos que se caracteriza por su uniformidad y por su monotonía en la cadencia. Si ustedes son de aquellos que prefieren ser desafiados por el arte, quizás este disco sea uno de sus favoritos del año.  Si prefieren ser entretenidos con arreglos juguetones, notas altisonantes, técnica proficiente y un cantante al que le gusta hacer muecas en frente de la cámara entonces dejen de leer este post en este mismo segundo. Loki Bound no es un disco complejo, de hecho los arreglos de guitarra son casi mongoloides, pero el dúo formado por Dan Nahum y Henry Lauer juega con la repetición y las capas de efectos y efectivamente crean una asfixiante atmósfera. 

Las guitarras se apagan de a pocos, solo para aparecer y desaparecer, la batería marca un ritmo tribal pero esta es ejecutada en cámara lenta, mientras que efectos aguados empiezan a darle a esta grabación un aire de represión. Los efectos son contiguos, no paran, pero son las voces de ambos individuos las que transfijan las peores ideas en nuestras cabezas. Murmuros, gritos, voces moduladas y filtradas, gruñidos black metaleros son solo parte del repertorio suicida de estos pervertidos. El 2012 acabo, pero si tu cuota anual de música depresiva no ha sido saldada aun pues aquí esta Loki Bound.

((Toma Chocolate, Paga Lo Que Debes))

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