Tres noches seguidas el espectro del mismo sueño cíclico se hacia presente: parado en el techo mirando la ciudad, quemando humos y presintiendo el apagón que seguidamente dejaba sumido en el mas profundo y sofocante silencio todo. Tres noches seguidas de el mismo sueño y no tener idea del por que.
Tres veces el mismo sueño multiplicado por cuatro finales cíclicas repeticiones.
Finalmente, como no podía ser de otra manera, el caos vacío, solo rodeado por caras poco amables, como en aquella película The Omega Man, donde el ser normal era una entropía.
La poca paciencia, con el despertar después de cada sueño, motivaron a encontrarle un soundtrack apropiado al sueño interrumpido en el mismo minuto tras cada aparición, Jean-Claude Vannier (si, el mismo quien fuera arreglista del inverosimil Serge Gainsbourg ) que, en su mejor momento allá en el ´72 tuvo el tino de parir semejante disco, "L'Enfant Assassin Des Mouches" (El niño cazador de moscas), no es otra obra común, ni tampoco será el disco cumbre de todos los tiempos, sin embargo es el disco que, para momentos como desvarios en sueños, suele ser preciso y precioso.
Acojonante y sugerente.
Aburrido para aburridos y aclamado por sibaritas.
Para nosotros simplemente el disco preciso para el instante exacto.
Ni siquiera nos atrevemos a calificarlo por el simple hecho de hacerlo. ¿Sinfonía demencial?¿ Hipnótico?¿Obra de arte? Apenas 11 temas que pueden pasearse tranquilamente en los bordes de la poca racionalidad, de la burla y del fracaso de etiquetas, es pues sin duda una placa que puede ser ignorada por quienes precian de ser buscadores de sonidos condescendientes.
Nuestro placer va por el lado menos amable.
2 comentarios:
acabo de escuchar el video, suena demasiado genial, me encanto.
Vale la pena, claro que si.
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