Wildhoney es uno de los discos de metal que mas he escuchado en mi vida. Cuando se edito en 1994, yo atendía una academia militar en Pennsylvania, en la cual se esperaba reforme mi manera de ser, calme mis ansias de volverme un adicto a ciertas substancias y aprenda a apreciar todos los detalles que mi familia había tenido conmigo. Durante un periodo de aproximadamente ocho meses, entre Setiembre del '94 y Mayo del '95, Wildhoney fue la banda sonora para un nuevo comienzo en un mundo mas que extraño.
Es absurdo dibujar un paralelo entre Wildhoney y mi vida durante esos meses. La música y las letras de este disco para nada se entrelazan con lo que sucedía en esos momentos. Mis rituales militares y las reglas bajo las que tuve que regir mi vida eran quizás lo opuesto a este gran viaje musical en el que aparentemente todo vale. Por eso mismo, Wildhoney fue tan elemental en esos días. Wildhoney fue un escape, una salida, un vistazo a otra realidad, un viaje a un lugar al que cada noche yo quería ir.
Hasta el día de hoy no se como describir este disco en términos que lo encasillen en un genero. Todos sabemos lo que Tiamat hacían antes (death metal ennegrecido), y lo que hicieron después (rock gótico), pero en Wildhoney la banda carvo un sonido único, lento y denso, profundo e intensamente romántico y salvaje. Quizás fue esa transición de sus comienzos negros y ese deseo de escapar del hueco en el que las movida black y death estaban a mediados de los 90's y quizás fue esa tierra de nadie el lugar perfecto en el cual Tiamat se debieron quedar.
Desde el ruido natural que abre Wildhoney, hasta el pesadilloso miasma de "25th Floor" hay una increíble distancia, y a Tiamat solo le bastaron los diez minutos que "Whatever That Hurts" y "The Ar" duran para viajarla. Canciones como estas dos son contundentes afirmaciones del poder del riff, son cortes inmediatos precedidos por una oscura pero seductora atmósfera. Cuando "The Ar" llega a su fin, el ambiente parece haberse transferido a otro mundo, "Gaia" continua de modo pausado con un efecto sostenido y guitarras acústicas al fondo.
El vocalista Johan Edlund en ese tiempo también rompía estereotipos y comprobaba que la transición de gritón a cantante legitimo era posible y confianza en el mismo no le faltaba. Una de las piezas centrales es "Do You Dream of Me", un esplendido corte acústico en el que una voz perfectamente medida enamora con líricas románticas y soñadoras. En manos de artistas menores, un esfuerzo como este hubiera sido objeto de mofa eterna, pero a Tiamat en el '94, nada les quedaba grande.
Es absurdo dibujar un paralelo entre Wildhoney y mi vida durante esos meses. La música y las letras de este disco para nada se entrelazan con lo que sucedía en esos momentos. Mis rituales militares y las reglas bajo las que tuve que regir mi vida eran quizás lo opuesto a este gran viaje musical en el que aparentemente todo vale. Por eso mismo, Wildhoney fue tan elemental en esos días. Wildhoney fue un escape, una salida, un vistazo a otra realidad, un viaje a un lugar al que cada noche yo quería ir.
Hasta el día de hoy no se como describir este disco en términos que lo encasillen en un genero. Todos sabemos lo que Tiamat hacían antes (death metal ennegrecido), y lo que hicieron después (rock gótico), pero en Wildhoney la banda carvo un sonido único, lento y denso, profundo e intensamente romántico y salvaje. Quizás fue esa transición de sus comienzos negros y ese deseo de escapar del hueco en el que las movida black y death estaban a mediados de los 90's y quizás fue esa tierra de nadie el lugar perfecto en el cual Tiamat se debieron quedar.
Desde el ruido natural que abre Wildhoney, hasta el pesadilloso miasma de "25th Floor" hay una increíble distancia, y a Tiamat solo le bastaron los diez minutos que "Whatever That Hurts" y "The Ar" duran para viajarla. Canciones como estas dos son contundentes afirmaciones del poder del riff, son cortes inmediatos precedidos por una oscura pero seductora atmósfera. Cuando "The Ar" llega a su fin, el ambiente parece haberse transferido a otro mundo, "Gaia" continua de modo pausado con un efecto sostenido y guitarras acústicas al fondo.
El vocalista Johan Edlund en ese tiempo también rompía estereotipos y comprobaba que la transición de gritón a cantante legitimo era posible y confianza en el mismo no le faltaba. Una de las piezas centrales es "Do You Dream of Me", un esplendido corte acústico en el que una voz perfectamente medida enamora con líricas románticas y soñadoras. En manos de artistas menores, un esfuerzo como este hubiera sido objeto de mofa eterna, pero a Tiamat en el '94, nada les quedaba grande.
Parte del crédito se lo merece el productor Waldemar Sorychta, quien le dio a Tiamat el sonido multidimensional que un disco tan ambicioso necesitaba. Mientras otras bandas escandinavas hacían lo posible para evolucionar y muchas fallaban al no tener ni el talento, ni los recursos para reflejar sus visiones, Tiamat sonaban soberbios y Wildhoney sonaba como un millón de dolares.
2 comentarios:
Cuando una banda te cuela un pasaje bluesy adornado con un piano de juguete en un tema que se titula "Evilized", tienes la certeza de que esa banda se hundirá en el abismo o cambiará la forma de entender un estilo musical. Tiamat, empezando con The Astral Sleep y acabando con A Deeper Kind of Slumber, cerraron para mí uno de los capítulos más interesantes y únicos dentro de la música extrema. Ellos jugaban en su propia liga: las letras, diseños e ilustraciones de los álbumes huían de cualquier cliché. Eran algo así como si Rush y Syd Barret tuvieran un hijo y lo amamantara Timothy Leary. Siempre había pensado que Johan Edlund era una especie de místico venido de otra dimensión, y al final acabó haciendo rock gótico con el piloto automático puesto...
Perfectamente puesto Gerhard. A Deeper Kind of Slumber fue un disco muy raro para mi. Profundo si, pero demasiado suave. "Cold Seed" me parecio un gran tema, pero deteste la portada del disco. No se si existe una coneccion, pero cuando la miraba pensaba en Marilyn Manson.
El otro dia buscaba mi copia de A Deeper Kind of Slumber y recorde que un hungaro me la cabeceo. Se la preste y el muy hijo de puta nunca me la devolvio.
Una cosa sobre la portada de Wildhoney. Siempre me gusto, y definitivamente es lo opuesto a las que reprentaban los discos de la epoca. Se que son detalles, pero siempre odie el font que se utilizo para el titulo 'wildhoney', se veia como si hubiera sido incluido al final y no encajaba...aunque quizas esas son mas mis cojudeces.
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