Hay cositas de la vida que son innegables. Innegables como nuestro constante amor por todo lo prohibido, nuestra fascinación por lo profano y/o nuestro afán por lo que nuestros principios nos dicta, debe de ser una verguenza.
En el caso de este metalero, estoy hablando de caminar por las calles de mi ciudad pintado de negro; con mis jeans negros apretados, mis Chuck Taylor negras de una talla mas chica y con un polo negro desgastado de talla Small con una impresión gigantesca de Electric Wizard. En mi mano esta mi Ipod (tambien negro) y en mis oídos minúsculos audífonos marrones (la tienda ya no tenia audifonos negros) que escupen el cachondisimo pop cambodiano de una banda que me ha obsesionado desde el primer segundo que la escuche. El contraste es radical y mi falsedad de metalero kvlt es del tamaño del planeta tierra.
Dengue Fever hacen musica prohibida para mi corazón negro, sobre todo porque su música me hace pensar en selvas y en Pol Pot. Dengue Fever hacen música profana porque mientras la escucho no pienso en meterme en una maquina del tiempo y aterrizar en los 70’s en Birmingham cuando Black Sabbath hacían sus pininos. No. Escuchando Dengue Fever en lo único en lo que pienso es en mudarme a Phnom Penh y sentarme en alguna plaza mientras degusto alguna delicia local que me imagino contiene platano frito.
Me enamore de Dengue Fever desde la primera vez que escuche el tema “Tip My Canoe”. Mi reaccion tuvo mucho que ver con ese pegajoso ‘yaya’ que gritan los dos vocalistas en cada estrofa. Creo que hay allí ciertos recuerdos de mi niñez, enclaustrados en esas silabas que me imagino no significan absolutamente nada.
‘Yaya’, supongo, no es mas que un acento, un gancho para amarrar a los desprevenidos como yo, para pegarnos incondicionales a esos canticos cambodianos a los que estamos tan poco acostumbrados. ‘Yaya' fue pues para mi, lo único que recordaba después de haber escuchado “Tip My Canoe”, pero el tema en cuestión tenia mucho mas que ofrecer y reducir mi eventual amor por Dengue Fever a esos simples ‘yayas’ seria quitarle importancia a sus otros meritos.
Meritos como por ejemplo la magistral forma con la que este ensamblaje de Los Angeles fusiona el rock sicodélico con el pop asiático, o el singular timbre nasal que tiene la vocalista Chhom Nimol, o porque no, el ejemplar uso del saxo para incrementar esas notas medio tristonas que tienen muchos de los temas de Dengue Fever y por sobre todo, la forma curiosa que este sexteto tiene para convertir a un hombre de corazon negro en un creyente de la musica colorida y rimbombante..
Meritos como por ejemplo la magistral forma con la que este ensamblaje de Los Angeles fusiona el rock sicodélico con el pop asiático, o el singular timbre nasal que tiene la vocalista Chhom Nimol, o porque no, el ejemplar uso del saxo para incrementar esas notas medio tristonas que tienen muchos de los temas de Dengue Fever y por sobre todo, la forma curiosa que este sexteto tiene para convertir a un hombre de corazon negro en un creyente de la musica colorida y rimbombante..
3 comentarios:
La virgen… esos bailes son demasiado. Lo jodido es que llevo todo el puto día sin quitarme la canción de la cabeza. Me alegra ver más placeres culpables, ya pensaba que te habías vuelto tr00 kvlt.
Soy un creyente de la musica de este grupo, checa este video..para mi de la pm...
http://www.youtube.com/watch?v=CQYOGkCk2DA
Tr00 kvlt? Nunca...
el negro tambien es un color.
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