He visto por ahí unas cuantas reseñas negativas de este disco, las cuales me imagino fueron empujadas por el deseo de que esta grabación sea una entrega mas hacia las canteras crudas del black metal. Teniendo en cuenta que For Which He Plies the Lash fue editado por Hospital Productions, disquera inclinada hacia la música experimental y el black metal descuadrado, como que esas expectativas tienen cierta lógica.
For Which He Plies the Lash defrauda porque es un disco demasiado trabajado. La grabación por ejemplo, es robusta, con tonos bajos y rotundos que le dan a la música cierta redondez pesada muy a menudo ausente en el black metal subterráneo. Hay además ciertos pasajes melódicos que se escapan de la tipica virulencia del metal negro mas histérico y el vocalista y guitarrista Dominck Fernow explota sus dotes hasta extremos que son, bien valga el chiste, por momentos poco extremos.
De lado están ya los riffs atípicos y ácidos y en su lugar Fernow constantement trasciende la velocidad luz y se adentra en estados un poco mas placenteros y en tempos algo mas relajados. Claro, si por placenteros y relajados uno se refiere al trance macabro al que este disco aspira llegar.
La música de Ash Pool fue inicialmente descrita como 'black metal crudo', pero en este su segundo larga duración de eso no queda nada. Y las voces de Fernow son la gota que derrama el vino, usualmente gritadas y semejantes a las de un abuelo necrotico, Fernow tambien adopta ciertas voces limpias y algo operaticas, lo cual lleva a Ash Pool a territorios algo peligrosos. Y no me estoy refieriendo a la clase de peligro que una banda de black metal desea transmitir, sino a la clase de peligro que los artistas experimentan cuando se les pasa la mano y marginan a su audiencia totalmente.
((Piscina de Cenizas))
For Which He Plies the Lash defrauda porque es un disco demasiado trabajado. La grabación por ejemplo, es robusta, con tonos bajos y rotundos que le dan a la música cierta redondez pesada muy a menudo ausente en el black metal subterráneo. Hay además ciertos pasajes melódicos que se escapan de la tipica virulencia del metal negro mas histérico y el vocalista y guitarrista Dominck Fernow explota sus dotes hasta extremos que son, bien valga el chiste, por momentos poco extremos.
De lado están ya los riffs atípicos y ácidos y en su lugar Fernow constantement trasciende la velocidad luz y se adentra en estados un poco mas placenteros y en tempos algo mas relajados. Claro, si por placenteros y relajados uno se refiere al trance macabro al que este disco aspira llegar.
La música de Ash Pool fue inicialmente descrita como 'black metal crudo', pero en este su segundo larga duración de eso no queda nada. Y las voces de Fernow son la gota que derrama el vino, usualmente gritadas y semejantes a las de un abuelo necrotico, Fernow tambien adopta ciertas voces limpias y algo operaticas, lo cual lleva a Ash Pool a territorios algo peligrosos. Y no me estoy refieriendo a la clase de peligro que una banda de black metal desea transmitir, sino a la clase de peligro que los artistas experimentan cuando se les pasa la mano y marginan a su audiencia totalmente.
((Piscina de Cenizas))
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