La primera vez que tome acido tenia 21 años y cursaba el primer año del colegio militar. Regresaba de las vacaciones de ‘spring break’ con tres amigos cuando paramos afuera de un estadio en el que estaba tocando Grateful Dead. Caminamos por los alrededores por un par de segundos cuando los traficantes de drogas comenzaron a acechar, algunos abriendo sus sacos largos y exponiendo una variedad de estupefacientes que serian la mismisima envidia del propio Tony Montana. A la distancia podia escuchar la espeluznante musica de Jerry Garcia y su grupete de barbudos multimillonarios tocando para decenas de miles de fanaticos.
Tim, mi amigo, compro tres ‘hits’ de acido por cinco dolares cada uno. Igualitos a los que figuran en la portada de este disco. Una vez que llegamos a la escuela cada uno se drogo por su lado. La mayoria de estudiantes no regresaban hasta el dia siguiente asi que tuvimos todas las barracas a nuestra dispocision. No hicimos ninguna locura. Yo vague por los pasillos de las barracas como un zombie por un par de horas, tome una ducha de cuarenta y cinco minutos y me quede mirando al cielo hasta el amanecer. Cuando aun estaba oscuro, todas las estrellas del firmamento parecian fugaces.
Escuche esta banda de depravados por primera vez luego de que este EP fuera editado por Relapse. Un tema de Blotter fue incluido en alguna compilacion (cuyo titulo no recuerdo) del sello. Decir que Nightstick no tenian un sonido propio es no hacerles justicia o estar sordo. Esta es musica droga, doom manchado por una sicodelia que es mas que bizarra. Voces que tiemblan o que entran y salen de esta dimension y guitarras que son puro letargo. Este EP es brillante. Innovador, el hijo mongolico de Hawkwind.
Hasta donde se Nightstick entro un periodo de inaccion luego de que uno de los miembros fuera encarcelado. Dicen que se volvieron a juntar en el 2004, pero no ha habido grabacion alguna desde la edicion de Death to Music, larga duracion editado en 1999.
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