Hace una semana mientras escuchaba In Vino Veritas, la compilacion de los demos de este duo italiano, pensaba en argumentar el hecho de que todos los temas sonaban como intros y de que alli no habian canciones de verdad. Lamentablemente mi argumento a sido desmoronado por The Past, el primer album oficial de Focus Indulgens y como por lo menos este disco es pesado y posee el grado medio de distorsion requerida, pues he decidido cambiar el enfoque de este post.
Claramente estas son canciones bien estructuradas, ideas completamente realizadas. Mejor aun, en esta grabacion los tuscanos por lo menos estan tocando instrumentos de verdad. Esto lo hacen de manera basica, como quien tiene no mas de seis meses tocando un instrumento pero no menos de cuatro, como quien se adhiere inconscientemente a la regla del minimalismo del doom y con mucha cautela se resiste a pasarse de la raya.
Focus Indulgens transgrede sus propios esquemas a mediados del tema "The Idol at the Top of the Mountain", donde un agonizante riff da paso a una flauta medieval. Como quien evoca ratas, esta flauta se toca a la par de un punteo algo serpentin. Un par de minutos mas tarde una guitarra acustica sirve de fondo a una voz con acento irlandes que relata una historia sobre un hechizo de bruja. Mas que una transgresion, la inclusion de estas ideas y el uso del instrumento de viento, son un clamor a una tematica cliche propia del doom clasico que bandas como Focus Indulgens pretenden representar orgullosamente.
Claramente estas son canciones bien estructuradas, ideas completamente realizadas. Mejor aun, en esta grabacion los tuscanos por lo menos estan tocando instrumentos de verdad. Esto lo hacen de manera basica, como quien tiene no mas de seis meses tocando un instrumento pero no menos de cuatro, como quien se adhiere inconscientemente a la regla del minimalismo del doom y con mucha cautela se resiste a pasarse de la raya.
Focus Indulgens transgrede sus propios esquemas a mediados del tema "The Idol at the Top of the Mountain", donde un agonizante riff da paso a una flauta medieval. Como quien evoca ratas, esta flauta se toca a la par de un punteo algo serpentin. Un par de minutos mas tarde una guitarra acustica sirve de fondo a una voz con acento irlandes que relata una historia sobre un hechizo de bruja. Mas que una transgresion, la inclusion de estas ideas y el uso del instrumento de viento, son un clamor a una tematica cliche propia del doom clasico que bandas como Focus Indulgens pretenden representar orgullosamente.
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